En el 2001 tuve a mi segundo bebe, y creo que es
desde aquel momento que empecé a tener perdidas de orina. Estos escapes de
orina, muy leves al inicio, con el transcurso de los años fueron en aumento, hasta llegar a un punto que toser, reír,
bailar, caminar e incluso en mis relaciones sexuales se me escapaba. Llegó un
momento que al gimnasio solo podía ir para hacer bicicleta estática, por el
mero hecho de que estaba sentada.
Me llegó a afectar tanto, que me cambió el carácter,
me estaba convirtiendo en una persona sedentaria, triste, preocupada y
con temor de oler a orina.
Aunque hice recuperación de suelo pélvico, mi
problema persistía. Nunca había pensado en la operación, ya que había escuchado
siempre que estas operaciones no funcionaban.
Fue durante el verano que una amiga me dijo - vamos
al supermercado en bici-. Y yo le comenté que no podía porque se me escapaba la
orina con los esfuerzos.
Dio la casualidad que me explicó que ella había
tenido el mismo problema, pero que se había operado y nunca más había perdido.
Con la idea de la operación en mente, se lo comenté
a mi ginecóloga que no sabia nada de mi tema "tabú", y me derivó al urólogo.
Tras realizar la visita médica y las pruebas necesarias para valorar mi
problema se decidió que lo mejor era operarme.
Y así fue, me operé en noviembre del año pasado, después
de sufrir pérdidas de orina durante 11 años. La operación fue muy bien, ya en
casa tuve que hacer mucho reposo y no hacer esfuerzos durante un tiempo. A los
pocos días de operarme, estornudé y se me escapó, por supuesto me asusté y
pensé que la operación no había servido de nada, pero mi doctor me dijo que era
normal, que todavía estaba cicatrizando.
A los 6 meses de la operación tuve revisión y todo
estaba perfecto, no tenia escapes ni al estornudar, ni al bailar, ni al
caminar, etc…tan solo en los días previos a la menstruación y mientras la
tenía, perdía alguna gota de orina y no siempre. Hecho que, el médico me
comentó que mejoraría ya que seguía cicatrizando.
Ahora cuando han pasado 9 meses desde la operación,
y ya en mis vacaciones, mi vida ha dado un giro de 360 grados, voy al
supermercado en bici, hago excursiones de senderismo, bailo, salto y me río sin
temor a que se me pueda escapar.
Feliz de nuevo, feliz de volver a mi vida de antes,
feliz de volver a ser yo. Sólo me arrepiento, de no haberme operado antes.
Gracias doctor, gracias por devolverme mi vida.
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