jueves, 13 de febrero de 2014

Incontinencia urinaria de urgencia y toxina botulínica

La toxina botulínica o botox es uno de los tratamientos para la incontinencia urinaria de urgencia, especialmente en aquellos casos en que no hay respuesta al tratamiento anticolinérgico.
 
Es una cirugía sencilla de unos 20 minutos en la cual a través de un cistoscopio se inyecta en diferentes zonas de la vejiga pequeñas dosis del fármaco.
 
 
 
La función de la toxina botulínica es favorecer la relajación del detrusor disminuyendo/eliminando las contracciones involuntarias de éste, consiguiendo así aumentar la capacidad vesical de la paciente. En ocasiones, debido a la relajación que provoca el fármaco en el músculo de la vejiga, algunos pacientes deben realizar autosondaje intermitente para acabar de vaciar la orina residual.
 
El efecto de este fármaco inyectado en la vejiga suele ser entre 6 meses y 1 año.