viernes, 2 de septiembre de 2016

Cistoscopia


La cistoscopia también conocida como cistouretroscopia o uretrocistoscopia es la prueba endoscópica que permite visualizar el estado del sistema urinario. Es un examen que se realiza mediante un cistoscopio con microcámara que se introduce en la uretra para llegar hasta la vejiga y constituye una herramienta muy útil para el diagnóstico y tratamiento de diversas patologías urológicas.

En la actualidad existen dos tipos de cistoscopios, el rígido y el flexible.

El cistoscopio rígido dispone de un emisor de luz y de una microcámara. Esta dotado de un canal ancho por el cual es posible insertar dispositivos para la extirpación de cálculos renales y/o eliminación de tumores o también para la inserción de stents para facilitar el paso de la orina. Cuando se utiliza este tipo de cistoscopio es necesaria la administración de anestesia local y a veces general.

En el caso de la cistoscopia flexible, se trata de un telescopio delgado del calibre de un lápiz dotado de luz y de microcámara. Al ser de fibra óptica y tener la punta flexible facilita la movilización y su paso por las curvas de la uretra. Es el tipo más utilizado por permitir mayor manejabilidad y por no requerir de anestesia. Su uso esta más indicado para el diagnóstico porque dispone de un canal estrecho y por lo tanto no es posible el uso de dispositivos.




Generalmente, la cistoscopia es una prueba diagnóstica útil cuando se quiere fragmentar o extirpar cálculos previamente detectados por urografía o ecografía; realizar biopsias cuando hay sospecha de tumor de vejiga; dilatar uretra en caso de estenosis; buscar la causa de hematuria o de infecciones urinarias de repetición; diagnosticar anomalías congénitas en niños, etc.

La elección del tipo de cistoscopia es en función del objetivo que se quiere lograr con dicho examen. El tamaño del instrumento se define con la escala francesa y hace referencia a la circunferencia externa del instrumento en mililitros 8 a 12 FR para pacientes pediátricos y 16 a 25 FR para pacientes adultos.

La prueba tiene una duración de entre 10 a 20 minutos.

Las complicaciones que pueden aparecer después de la prueba son molestias al orinar, hematuria e infección urinaria.

Bibliografía:

Montiel Romero R. Cistoscopia: indicaciones y técnica. Osecac. 2012; 1-6.

MedlinePlus [Sede web]. RockVille Pike: Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU.; 2014 [actualizado el 7 de junio de 2016; acceso el 20 de junio de 2016]. Cistoscopia.