La definición de incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina demostrada objetivamente que genera un problema social, médico e higiénico a la persona que lo presenta.
La incontinencia urinaria no es una amenaza para la vida de las mujeres que la padecen, pero sí molesta, afecta a su calidad de vida y, a menudo, se sufre "en silencio". No consultar a un profesional de la salud y padecer los síntomas durante años no es la opción más recomendable.
Socialmente se asume que las personas deben controlar voluntariamente su orina. Esta presión social convierte a la incontinencia urinaria en una fuente de reacciones emocionales como ansiedad, tristeza o vergüenza...En el caso particular de las mujeres, algunas manifiestan sentir miedo a ser etiquetadas como "poco higiénicas" y tener pensamientos de ansiedad (p.ej., "se me escapará"), lo que provoca nieveles altos de malestar emocional.
Todo ello puede conducir a comportamientos inadecuados (p.ej., disminuir la ingesta de líquidos) o a restricción de actividades (p.ej., no acudir a eventos sociales): todas estas son actuaciones no saludables desde el punto de vista médico y psicológico.
El apoyo psicológico pretende entender el impacto emocional de la incontinencia en cada mujer en particular, de manera que pueda entrenar habilidades y estrategias para conseguir mayor bienestar emocional, mejorar su calidad de vida y conseguir los beneficios esperados del tratamiento médico y de la fisioterapia.
El Cuestionario internacional de escape de orina (ICI-Q short form) diseñado por un grupo internacional de expertos, pretende cuantificar la importancia de la pérdida de orina y es una herramienta útil para valorar como afecta en la calidad de vida.
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