International Continence Society (ICS) define el síndrome de la vejiga hiperactiva como urgencia miccional, generalmente asociada con nocturia y aumento de la frencuencia miccional, con o sin incontinencia urinaria de urgencia y en ausencia de infección del tramo urinario u otra patología obvia.
El síndrome de vejiga hiperactiva afecta entre un 5,9%-16% en hombres y entre un 6-16'9% en mujeres.
Existen varios tratamientos para esta patología, entre ellos la electroestimulación del nervio tibial posterior.
Las ventajas de la electroestimulación del nervio tibial posterior (PTNS) radica en la ausencia de efectos secundarios, a diferencia de la medicación anticolinérgica que suele provocar estreñimiento y sequedad de boca a la gran mayoría de pacientes.
El nervio tibial posterior contiene fibras de las raíces sacras L4-S3, fibras nerviosas sacras que inervan la vejiga, el esfínter urinario y el suelo pélvico. El mecanismo de actuación de la PTNS es aún desconocido, pero varios estudios concluyen la buena tolerabilidad por parte de los pacientes, la ausencia de efectos adversos, una disminución de la frecuencia miccional diurna y nocturna, mejora de la urgencia y de los episodios de imperiosidad.
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